Les Filles de La Rochelle

La foto no es mía ya que no podré acceder a ellas hasta la sem prox por un error logísitico, pero para el post da igual.


La Rochelle es un pueblito del este de Francia, un puerto muy rico gracias a las actividades comerciales con Inglaterra y el norte de Europa que tuvieron lugar desde el s-XI, y que llevaron a la ciudad a pedir y conseguir la independencia en ese mismo siglo.

El gran atractivo turístico de la ciudad es el propio puerto, construído como una fortaleza amurallada permitió a la ciudad incluso sobrevivir al asedio de los Franceses, cuando en el s-XVI Carlos IX se hartó de que un pueblo tan rico fuera independiente.

La Rochelle sobrevivió a este asedio, pero no al que tuvo lugar en el s-XVII, cuando la monarquía gala se convirtió al absolutismo ultracatólico con el Cardenal Richelieu. En la ciudad el 90% de la población era protestante.

Murieron 1 de cada 5 habitantes, se obligó a toda la población superviviente a abjurar del protestantismo y convertirse, y se prohibió a los hugonotes (protestantes) residir en la ciudad.

Las hijas supervivientes de los hugonotes expulsados, niñas y muchachas que contaban entre 8 y 15 años, fueron recluídas en un convento, donde llevaban una dura vida monacal, dedicando 6 horas diarias a la oración. Al cumplir los 15 años, las muchachas eran llevadas durante 6 meses a un retiro con la superiora donde se les enseñaba lo que necesitaban saber acerca del hombre y la familia y se las enviaba con almirantes y otros oficiales para contraer matrimonio.

Cuando llegó la época colonizadora de Francia en Canadá, 25 de estas "chicas de la Rochelle" que ya habían cumplido los 15 años, fueron enviadas a aumentar la población colona.

Tras meses de travesía, sobreviviendo a las tempestades, los ataques de piratas y la malaria, llegaron a las costas de Canadá, donde hubieron de adaptarse al duro clima.

Viajaron repartiéndose por toda la superficie del país, entregadas a oficiales y contribuyendo, como se les había ordenado, a poblar Canadá con sangre francesa. Las muchachas cumplieron magníficamente su misión, teniendo una media de más de 10 hijos por cabeza.

Cuando las muchacas partieron de Francia, se les escribió una canción, "Les Filles de La Rochelle" (las chicas de La Rochelle), que al poco fue olvidada en Francia, pero que fue recordada en Canadá a lo largo de los siglos, hasta que fue re-descubierta por historiadores franceses, lo que permitió recordar la historia.

Actualmente la mayoría de la población canadiense desciende, efectivamente, de estas "filles de La Rochelle"